Fede es un niño que sueña con ser pirata, aunque su madre piensa que Fede más que un pirata es un niño «imposible». Fede también piensa que los piratas son incompletos, no imposibles, y que por eso a todos les falta algo: un brazo, una pierna, un ojo, aunque no sabe en realidad si son incompletos por ser piratas o ya son piratas por ser incompletos, o…a lo mejor, es que son imposibles. Si es así, Fede tiene más posibilidades de llegar a ser un gran pirata, porque, en realidad, «un pirata que todavía no es un pirata es un niño que va al cole y lleva una rana tatuada en el brazo, como él». Fede necesita un barco de grandes velas, en el que surcar los anchos mares y no un submarino pirata, porque entonces la bandera se le mojaría en vez de ondear al viento y necesita averiguar por qué los barcos flotan y las piedras, en cambio, que pesan menos, se hunden. Y además, Fede tiene amigos, su queridísima Marga, su amiga inseparable de aventuras y de la que está enamorado y Sergio, un compañero nuevo de clase, que tiene una pierna ortopédica y Fede lo envidia un poco, la verdad, porque, como dice Marga, «Fede quiere ser pirata, pero tú (refiriéndose a Sergio) ya eres un pirata».
Fede quiere ser pirata es una lectura que encantará a niñas y niños desde los 7 años de edad. Un relato escrito con mucho humor y con mucha alma de niño por el malagueño Pablo Aranda, con sugerentes ilustraciones realizadas por Esther Gómez Madrid, quien dibuja a Fede, en ocasiones, con sombra piratil.
Editada por Anaya, Fede quiere ser pirata ha sido la ganadora del Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga 2011, en su segunda edición.
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